Actualmente y por la dinámica personal y profesional que experimentan las mujeres, han retrasado la edad para afrontar la maternidad, razón por la cual muchas deciden congelar sus óvulos para someterse a futuro con un tratamiento fertilidad.
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¿Por qué preservar los óvulos?
Por naturaleza, las mujeres nacen con cerca de un millón de
óvulos u ovocitos que van a poseer durante toda su vida, pero que con el tiempo
se van perdiendo gradualmente de forma natural.
Los especialistas señalan que es a partir de los 35 años es
cuando baja notablemente en cantidad y calidad, precisamente en ese período es cuando el 90%
de ellos se pierden, razón por la cual esa es la edad, máximo 37 años cuando las
mujeres deberían congelar sus óvulos, ya que comienza a mostrarse un declive de
la fertilidad con el paso de los años.
Aunque se debe ser consciente de que los óvulos no se extraerán
y congelarán de manera individual sino en conjunto.
Debido a que en cada período menstrual el cuerpo reserva para
la ovulación entre 20 y 50 ovocito (esto depende de cada mujer), se conoce que sólo uno suele ovular porque
logra la maduración y el resto muere, siendo eliminados por un proceso llamado
atresia.
La mujer al congelársele los óvulos deberá pasar por un
procedimiento que consiste en provocar una ovulación diversa mediante la
dosificación de hormonas que busca rescatarlos antes de que los destruya
el mismo organismo, resultando entre 15 ó 20 y según la reserva ovárica y edad
de la mujer.
En caso de ser mayor a los 35 años se logran únicamente entre
6 y 10 óvulos por ciclo.
Hay distintos métodos de conservación, el más usado es la vitrificación que no
permite que se dañe la célula. Se habla de un 90% de vida, de hecho los
embriones y óvulos logran perdurar congelados y el tiempo no altera su calidad.
Cuando la mujer acepta la congelación es obligatorio que
firme un documento donde detalla cómo van a ser usados, por eso tendrá que informarse sobre cuál es el
control que tiene el laboratorio sobre sus óvulos. Primordialmente todos
los que forman el conjunto se descongelan y se ponen a fecundar a la vez, resultando
varios embriones que se sitúan en su útero al mismo tiempo.
Con los demás se podrá
escoger entre congelarlos nuevamente, donarlos o destruirlos
El éxito dependerá de la edad de la mujer o del conjunto de ovocitos
conservados. En las mujeres de entre 30 a 34 años al preservar un número de 24 se
le garantiza que tendrá un 90% de dar a luz un bebé y con los restantes, la
probabilidad de tener el segundo es de un 50%.
Aquellas mujeres con 10 ovocitos y una edad comprendida entre
35 a 37 años tendrán la posibilidad de gestar un niño en un 50%. Y finalmente
cuando tienen de 41 a 42 años con 10 óvulos refrigerados, garantiza un 25% de fecundar
un hijo y el 5% de producir dos con esa cifra de óvulos.
¿Cómo se lleva cabo la
congelación de óvulos?
Después de una serie de exámenes previos con la finalidad de
comprobar la reserva ovárica y descubrir una anomalía en la mujer y mediante
fases sencillas se logra la vitrificación de ovocitos de la siguiente forma:
La primera etapa
de la técnica es la estimulación ovárica, que radica en provocar una
ovulación múltiple suministrando medicamentos hormonales a la paciente, con
esto los médicos vigilan el desarrollo de los folículos mediante el monitoreo
ecográfico.
La segunda etapa es la punción, una intervención quirúrgica ambulatoria
con sedación suave que dura 15 minutos, donde se extrae bajo ecografía y
aspiración los ovocitos que maduraron dentro de los ovarios de la mujer durante
el ciclo anterior.
La última etapa es la vitrificación, que se hace en el laboratorio.
Los óvulos son crio conservados mediante una solidificación celular rápida y a
baja temperatura, que evita las formaciones de hielo. Luego son identificados y
almacenados en tanques de nitrógeno, conservándose hasta el final de la vida
reproductiva y serán descongelados para inseminar con el esperma de la pareja o
el donante.
¿Es efectiva esta
técnica?
Los embriólogos consideran que la técnica es poderosa, aunque el éxito tiene que ver con la
calidad del óvulo. La edad de la futura madre es determinante, así como la
alimentación, el modo de vida y el consumo de sustancias como cafeína,
nicotina, alcohol o drogas cuyos químicos son perjudiciales para su salud.
Se unen condicionantes que intervienen tras la congelación y ajuste
del embrión en la mujer como es la eficacia del semen.
La fertilidad humana femenina después de 35 años baja
paulatinamente y el aborto espontáneo es una amenaza. En los hombres el descenso
de la fertilidad a partir de 50 años no es una muestra absoluta del efecto que
produce la edad paterna en los resultados de una reproducción asistida.